viernes, 21 de octubre de 2011

¿Cuál es la diferencia...

entre un director técnico de un equipo de fútbol y una madre?

Respuesta: que el director técnico sabe que hay miles de personas opinando sobre qué debería hacer o qué debería haber hecho... y una madre tiene que escucharlos!!

(¿inauguraremos la sección "chistes"? jaja)

lunes, 17 de octubre de 2011

Ya se sabe el camino a la heladería!!

Vivimos en un barrio, que no es elegante, pero es muy lindo, tranquilo y bastante seguro. A pesar de eso, vivimos sobre una calle muy transitada, por lo que cuando salimos y mi hijo de dos años va caminando (a veces va a upa, a veces en cochecito), no lo suelto un instante, porque pasan muchos autos, colectivos y camiones y Nico puede alcanzar la velocidad de 22 metros por segundo en un segundo :) entonces tengo que tener mucho cuidado!
Cuando estamos por salir, yo le digo "vamos a la casa de los abuelos?" o "vamos de compras?", él contento, y salimos. Algunas veces, a eso de las 7 de la tarde (que ahora en primavera está tan lindo) sacamos juntos la basura (bueno, yo la saco, él me acompaña), nos quedamos un ratito en el jardín, mirando pasar los autos.
Y de golpe... me toma la mano, y me lleva... a la heladería!! tenemos una heladería relativamente cerca, a cuadra y media, y si el niño salió "vicioso" degustador de los helados, su "razón" ("culpa" de la madre) tendrá!
Lo gracioso es que no me lo hizo una vez, lo está empezando a hacer costumbre, así que ahora que de a poquito estamos entrando en el verano, me pregunto, ¿qué voy a hacer? el presupuesto no da para helado todos los días, y la verdad, tampoco me parece lo más sano...
También cuando volvemos de la guardería sabe dónde queda la panadería, pero eso es otro tema jaja!!

domingo, 16 de octubre de 2011

miércoles, 5 de octubre de 2011

Nos pasa a todas!!

Genial esta entrada de Blog de madre


La década insomne

Abro una revista con fingido descuido y leo…
¿Cuál es tu secreto para lucir esa piel, Angelina?
Me cuido poco, la verdad, trato de beber mucha agua y dormir más de ocho horas al día.
Pues me vas a perdonar pero me voy a cagar en tus muelas, Angelina, porque te juro que yo beber, bebo lo mío e incluso también lo tuyo, pero de dormir hace tiempo que me olvidé. 
Todos los informes de señores estudiosos y sesudos parecen coincidir en una cosa: cuando una persona no duerme lo suficiente, se van al carajo los mecanismos que regulan su salud mental, provocando que los centros emocionales de su cerebro comiencen a reaccionar excesivamente ante experiencias negativas. Será esa la razón por la que me eché a llorar desconsolada ayer porque los de Carrefour on line no trajeron el pedido en hora y cuando llegó el señor repartidor, le arañé la cara con saña, además de con mis propias manos. 
Leo y releo, desde estudios médicos hasta locos experimentos de laboratorio donde obligan a diez incautos a no dormir en dos días y luego les hacen enhebrar cien agujas, sólo con la intención de sentirme persona normal y no un raro espécimen que se vuelve obtusa el día que sólo ha dormido tres horas, y en ocasiones, ni siquiera seguidas. Afortunadamente, todo cuanto leo me lleva a la misma conclusión: la falta de sueño hace que una se vuelva primitiva y dispersa. Eso es así. Y saberlo me hace sentir bien. Mi yo gregario despierta entonces y se alegra como un loco por formar parte de la comunidad insomne, compartiendo con ella síntomas, falta de concentración y mala leche. Mucha mala leche. 
Como Lanaturaleza es sabia y muy ladina, te va preparando durante el proceso de gestación para esta fase de vigilia extrema. Entonces comienzas a segregar una hormona de largo nombre llamada gonadotropina coriónica humana, GCH para amigos y familiares,  que te hace mear cada minuto y medio. Qué bien. Te pasarás los primeros seis meses de embarazo miccionando como las locas por culpa de Lahormona; y los tres últimos, haciéndolo de similar manera por culpa del tamaño y posición de tu vejiga, que viene a ser lo mismo que un filete empanado aprisionado entre tanto órgano vital en busca de hueco. Sea cual sea el motivo, duermes poco tirando a casi nada, porque entre que te levantas, te das con algún mueble, enciendes la luz para no volverte a dar, te quejas por el chichón, miccionas y vuelves a la cama, ya se te han despertado las pocas neuronas libres y tardarás de doscientas a trescientas ovejas en volverte a dormir. 
Este proceso de entrenamiento o “coaching embrionario” no hace que mejore en nada tu situación al nacer el miniser, porque entonces literalmente dejas de dormir. Sin exageraciones. Nada. Cero. Pelotero. Puede que te despierten esos terrores nocturnos en los que aparece volando un enorme pájaro que quiere llevarse a tu bebé en el pico; o que te levantes ene veces para ver si el niño respira o no, poniéndole compulsivamente el espejo del baño frente a la nariz; o que el estómago del bebé glotón le despierte cada tres horas para hacerle geolocalizar con ansia tu teta. Vamos, que entre unas cosas y otras, el ritmo loco y dicharachero de tu noche ya lo querría para sí Callejeros. 
Con el primer hijo, esta etapa es francamente traumática, similar a las torturas psicológicas en las que el malo del este evita que el americano bueno y cautivo duerma, encendiéndole una lamparita frente a los ojos. Creo recordar que yo llegué a quedarme dormida de puro agotamiento dándole el pecho a Lamayor en la cama, con la mano asida al cabecero para evitar un vuelco, como si fuéramos en el autobús. En alguna ocasión también, Marido tuvo que retirar al bebé lactante de mi cuerpo y depositarlo en su cuna ante la imposibilidad de que yo moviera brazo alguno. No sé si debido a una mala interpretación por su parte del concepto broma, o porque él también se había quedado dormido en el suelo por pura desorientación y no pudo reubicarme, desperté en esa posición más de una mañana. 
Si piensan que el destete mejora en algo el escenario, vayan quitándoselo de la cabeza. Como ven, estoy positiva yo hoy. Quizá haya posibilidad de encasquetarle la toma nocturna al padre, por aquello de afianzar el vínculo paterno-filial, pero tampoco lo esperen demasiado rato. Hay algunos que se hacen los dormidos con tal fuerza que ni un Panzer aparcando en mitad del descansillo lograría interrumpir la placidez de su sueño ni la fuerza con la que aprietan los ojos. 
En los años sucesivos, y a medida que el miniser se va haciendo personita, encontrará motivos variopintos para despertar al progenitor: “Se me ha caído el chupete”, “Quiero agua”, o el famoso “Hoy lloro porque sí”, luego el “Mamapis”, el “Tengo miedo”, para terminar con el “Mamá, ven y límame esta uña” como me pasó a mí anoche. 
Si hablan con madres y abuelas experimentadas, todas coinciden en que la curva de despertares nocturnos comienza a decaer en torno a la edad de diez años, periodo en que los niños suelen dormir como cochinillos debido a la cantidad de extraescolares que les enchufamos para complementar su desarrollo. Esta época de bonanza y alegría familiar por el buen dormir durará exactamente cuatro años, momento en que el crecido miniser comienza a tener vida social y gusto por la marcha y el pizpiretismo nocturno. En ese momento llegarán de nuevo los terrores referentes al pájaro gigante y alguno más que no me apetece siquiera imaginar. 
Pensarán que soy muy dramática y llevarán toda la razón, pero tengan en cuenta que llevo cuatro años durmiendo muy malamente y que mis biorritmos ya no son lo que eran… Por delante me queda la terrible visión de futuro de seis u ocho largos años de somnolencia diurna y mala leche, hasta completar la década insomne. Qué bien, mari, qué bien.

lunes, 3 de octubre de 2011

Más espacio :)

En Argentina se está acercando el día de la madre, como todos los años el tercer domingo de octubre. Hay una marca que hace publicidades muy graciosas, yo acá comparto este video, pero tienen algunos más en Youtube si quieren reírse un rato

viernes, 30 de septiembre de 2011

Su primer gran travesura... con barro!!

Para darle la bienvenida a la primavera, mi hijo de dos años y medio hizo en la guardería, con ayuda de sus maestras por supuesto, una plantita, con un plantín que llevó el lunes y una botella de plástico de gaseosa (cortada a la mitad) pintadita con témpera a modo de maceta. Ayer cuando lo retiro de la guardería, volvemos a casa con la plantita.
Bueno, hoy no tenía clases, salimos a hacer compras por la mañana, lo pasamos hermoso! Mientras yo, ya de vuelta en casa, guardaba la mercaderia comprada, él se queda en el patio, jugando con "su" plantita a modo de juguete, "paseándola" en un carrito que tiene.
Al rato, me pongo a cocinar. Pelando verduras, limpiando, yo siempre atenta a lo que hace por cualquier peligro que pudiera haber (uds mamás ya saben, escuchando sabés lo que puede estar haciendo) pero cada tanto tengo la costumbre de igual mirarlo, porque mi hijo es bastante travieso, se trepa a lugares impensados (algún día escribiré sobre esto), así que cada tanto tengo que verlo.
Cuando voy a mirar... ay Dios mío!! claro, el niño se había puesto a jugar con la plantita a modo de juguete sobre las camas!! todo lleno de tierra mojada (o sea, barro) sobre las camas (la mía y la de él) y (no sé cómo) también debajo de las camas!! Bueno, no voy a negarlo, primero me salió el grito "Qué es esto??!!" y lo reté, le dije que eso no se hace, etc. Me pongo a limpiar y él lloraba, entonces me siento sobre la cama (ya limpia, por supuesto, jaja), le hago upa, lo abrazo y le digo "hijo, esto no se hace, mirá qué sucio quedó todo..." y ahí hicimos las paces :)
Seguí limpiando mientras pensaba para mis adentros "bueno, al fin y al cabo, a propósito (con mala intención) no lo hace, no le pasó nada, y dentro de unos años, me voy a reír de esto, así que para qué hacerme tanto problema, no? además, con este niño, esta es la primera que me hará de Dios sabe cuántas!!" :)

jueves, 29 de septiembre de 2011

Así hubiera sido fácil ser millonaria!

Medio en broma, recién surgió en la página de Facebook Crónicas de una madre desesperada la pregunta "si cada crítica que te han hecho como madre, hubiera venido acompañada de una moneda de cinco centavos, ¿qué podrías comprarte a estas alturas?".
Bueno, con un hijo de dos años y medio, o ya no recibo tantas críticas como antes, o ya me las estoy tomando de otra manera, o no sé, pero si hubiera ahorrado cinco centavos por cada crítica recibida, no sé... ya tendría la casa propia (que todavía no tengo), podría llevar a mi hijo a Disney (vivo en Argentina y cualquier Disney me queda lejos), puf!
Mirá que me han vuelto loca con las críticas: que tenía que dejarlo llorar para que se acostumbre, que no tenía que dormir con él que se malacostumbra, que no le haga tanto upa, que ya debería dejar los pañales (lo dejará cuando él lo decida!), que ya debería dejar de dormir la siesta (dejará de dormirla cuando no la necesite!), puf! (otra vez, sí)
En fin, tal vez no eres madre de verdad si no recibes críticas? jaja

lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuidado!!!! Estivill vuelve al ruedo!!!!

Leyendo el artículo que apareció sobre el nuevo libro del sr Estivill, percibo que sus consejos serían geniales... si los niños fueran robots!! pero, obviamente, no lo son :)
De lo poco que he leído de este señor, como se darán cuenta, no coincido con él. Pero menos que menos, lo que dice en una parte del artículo (que reproduce las palabras de Estivill) "la autoestima que todas las personas necesitan se consigue desde la frustración y el fracaso" Whaaattttt????
Sí, los niños, a medida que van creciendo y aprendiendo, se dan cuenta que a veces las cosas no salen, o no se pueden arreglar, pero más que "aprender a perder" me parece mejor decir "aprender a aceptar". En la humilde opinión de esta "madre desesperada", la autoestima se construye desde el darse cuenta de todas las cosas que eres capaz de hacer!! Ya lo dice la Real Academia Española "autoestima: valoración generalmente positiva de sí mismo". No se puede valorar uno mismo de manera positiva desde la frustración y el fracaso, menos un niño pequeño...
Además!!!! El libro se llama "Pediatría con sentido común para padres y madres con sentido común"... ¿qué es el "sentido común"? ¿así que, encima, para este señor, manipulador, eres una madre o padre "bien, respetable" porque tienes "sentido común" al  hacer lo que él propone? Bueno, soy una "madre desesperada sin sentido común", desde el punto de vista "estivilliano", pero escucho el sentido común de mi corazón :)
Bueno, por si les interesa, el artículo está en http://www.20minutos.es/noticia/1169175/0/Eduard-Estivill/pediatria-padres/sentido-comun/

sábado, 24 de septiembre de 2011

Mejor tomarlo como elogio, que si no!

Mi hijo tiene dos años y medio, y sí, todavía le hago upa, porque (como más de una vez dije en mi otro blog, Maternarte) para mí el upa es como un abrazo...
Venía el otro día caminando, ya casi llegando a mi casa, y me cruzo con una vecina de toda la vida de mis padres (que viven a dos cuadras), yo con mi hijo a upa, y me dice "ay, pero todavía le hacés upa! nena, te va a doler la cintura! pero bueno, vos por eso no te preocupás, si no tenés ni treinta años...". "No, tengo treinta y ocho" retruqué, riéndome. "Ay, pero no te puedo creer! no parecés esa edad!"...
Bue, por lo menos la crítica del upa pasó a otro tema, la edad, y ahí salí ganando jeje...